Hoy el mundo ha cambiado mucho: elimperialismoya no tiene, tal como lo reconocen sus propios intelectuales orgánicos,la gravitación del pasado. Losrivales son más numerosos y diversificados, yeconómicamentemucho más fuertes que lo que eran la URSS y los países de Europa Oriental.Sus aliados, además, son más débiles y vacilantes.
LaIglesia,a su vez,se ha visto debilitada por una interminable sucesión de escándalos y carece de la credibilidad que había ganado en los años de Juan XXIII.
Además,si se quisiera lanzar todo su peso para desestabilizarlosprocesos bolivarianos en Venezuela,Bolivia y Ecuadoro lasexperiencias de transformación política en curso en otros países de la regiónla respuesta será muy diferente a la que hace más de treinta años se verificara en el Este europeo.
Aquí se trata de procesos que cuentan con un enorme apoyo popular que ni remotamente existía allá, y por consiguiente elproyecto de las derechas latinoamericanas–organizadas, orientadas y financiadas por el imperio- dereutilizar el ariete eclesiásticoque tan buenos resultados le diera enEuropa Orientalpara acabar con los gobiernos progresistas y de izquierda en la regiónterminaría en un rotundo fracaso.
La “revolución de terciopelo” deChecoslovaquianada tiene que ver con larevolución bolivariana de Venezuela,Evo Moralesno esLech Valesa, yCorreano esCeacescu.
No sólo los procesos y la época histórica son distintos: losenormes problemas que enfrenta hoy la Iglesia(crisis financiera, delitos económicos del Banco Vaticano, alianzas con intereses mafiosos, pedofilia y sus juicios, el celibato sacerdotal, la incorporación de la mujer al sacerdocio y el postergado aggiornamiento reclamado por Juan XXIII)difícilmente le permitirán a Francisco dedicarle demasiada atención a lo que ocurra en los países de Nuestra América.
Es un buen administrador y tendrá que poner la casa en orden.Es también un muy hábil político, y sabe quemuy pronto deberá convocar a un Concilioquepermita destrabar viejas disputas que están corroyendo a la Iglesia y aislándola cada vez más del mundo real.
Hace exactamente quinientos añosNicolás Maquiavelodiagnosticaba enEl Príncipequepara salvarse la Iglesia necesitaba una revolución.
Tal cosa no ocurrió.Cuatro años más tarde, en 1517, estallaba la Reforma Protestante de Martín Lutero, yla revolución quedó congelada.Ahora, la revolución es muchísimo más urgente y necesaria que antes.Si Francisco fracasa en este empeño la suerte de las dos veces milenaria institución se verá muy seriamente comprometida.
No hay que engañarse con las cifras manejadas por la prensa en estos días:de esos mil doscientos millones de católicos en todo el mundo los realmente practicantes son una ínfima minoría, que además se achica cada día.
Pretender socavar los procesos emancipatorios en cursoenAmérica Latinay elCaribesería una pérdida de tiempo,el pasaporte para una segura derrotay unesfuerzo que desviaría al Papado de su desafío fundamental.
Tal vez por esoLeonardo Boffconfía en que, pese a sus antecedentes,Franciscose abstendrá de seguir el curso que la derecha y el imperialismo le instan a seguir y elegirá en cambio el camino de la reforma.En pocos años la historia ofrecerá su veredicto.
Resulta
realmente repudiable el cínico pésame de Barack Obama, ante la
muerte del Comandante Chávez. Debajo de un lavado saludo al pueblo
venezolano y a la familia, deslizó unas recomendaciones acerca de la
libertad, la democracia y el respeto a los derechos humanos en el
próximo gobierno. ¿Qué autoridad moral tiene el mismo Obama y la
historia de Estados Unidos para ser árbitro y consejero en estos
temas? La Libertad, quizás inspirados en la estatua, ha sido la gran
excusa para cometer las más grandes tropelías en los países más
débiles, para apoderarse de sus recursos naturales. Invasiones,
genocidios, cárceles clandestinas donde se tortura, cientos de bases
militares desparramadas y amenazantes por el mundo, la gran novedad
de los drones que matan a poblaciones indefensas jugando a la play
station; todo en nombre de la libertad y los derechos humanos.
También asesina a sus ex aliados, ahora devenidos en enemigos, según
el precio del barril de petróleo. El presidente no fue capaz de
desactivar Guantánano, promesa de campaña de su primer presidencia.
Un país que entrena comandos secretos con autonomía para actuar
donde quieran, ¿eso es libertad y respeto de los DDHH? En cuanto
a democracia, un país que saca y pone presidentes, los secuestra y
también los mata, un país que en su propio territorio asesina
presidentes, encerrado entre dos partidos, diferentes en matices,
monitoreados por el Pentágono, la CIA y las grandes corporaciones.
Un país que tornó en pesadilla el "sueño americano" por
escandalosos negociados, plenos de corrupción, que hizo estallar las
burbujas en la cabeza de su pueblo y en el mundo. Un país con
cárceles repletas de negros y chicanos, como si el delito fuera una
cuestión racial. En fin, tantas cosas se podrían agregar pero
creo que son más que suficientes las expuestas para descalificar la
autoridad moral de su presidente y de su historia.
El
cuento es muy sencillo. Usted va al kiosco, al supermercado, al almacén
y compra siempre el mismo producto. Un día el producto aumenta. Pero
usted no se preocupa porque en los últimos años le ha ido mucho mejor
que cuando no tenía trabajo. O tenía que mendigarle a su jefe que no lo
echara. O porque ha recibido un aumento de sueldo o porque su mujer
también consiguió trabajo y la cosa va mejorando para todos. Usted cree
que eso es por generación espontánea o por virtud propia. Pero como está
bien, o más o menos bien, o mejor, al menos, en términos económicos no
se preocupa demasiado. Pero un día el mismo producto aumenta un poco más
de la cuenta. Pero usted ya naturalizó lo que es tener trabajo, que le
aumenten el sueldo un 25 por ciento todos los años o que su mujer tenga
trabajo y que su hijo mayor también pueda tenerlo. Al mismo tiempo ve
que la economía no crece como cuando la capacidad instalada de la
industria todavía podía recuperarse de la debacle neoliberal del período
1989-2002 –es decir, que una gran mayoría ya tiene su trabajo y no hay
tanta movilidad laboral como hace unos años– y lo asusta la crisis
económica internacional.
Usted pasa por el bar de la esquina de su barrio. Se pide un café. Y
mira la pantalla de TN en silencio pero lee los zócalos con alguna
barbaridad que lo pone de mal humor. Y estira la mano hasta la mesa de
al lado para alcanzar algún diario ultraopositor y macrista como Clarín o
La Nación, en el que remarcan constantemente el aumento del dólar o de
los precios de los artículos diciendo que el gobierno miente con que no
hay inflación o directamente con que es la política del gobierno la que
genera la supuesta inflación. Y al costado lee una nota en la que el
vicepresidente Amado Boudou una vez se sentó en el mismo banco de plaza
que uno de los directores de la empresa Ciccone y eso parece prueba
suficiente para armar una tapa "Escándalo de corrupción" o lee
acusaciones sobre tal o cual funcionario que se afanó un jarrón que no
le correspondía. Entonces, como usted es un tipo inteligente y
deductivo, estalla: "La culpa es del gobierno", piensa, ata cabos.
Pero la cosa no es tan sencilla como parece. Usted es un tipo
inteligente y enseguida relaciona: "Cuando no hubo inflación, yo no
tenía trabajo." Entonces, esos cantos de sirena de los economistas
neoliberales que salen por la tele dando recetas económicas que a usted
lo dejaron en la lona ya no le empiezan a gustar tanto. Puede llamarlo
Melconian, si quiere, o Bonelli, el que aparece ahora por TN, el mismo
que apoyaba el corralito de Fernando de la Rúa, recuerda ahora. Y
entonces aparece Domingo Cavallo. Sí, sí, Domingo Cavallo hablando de la
crisis y de las posibles soluciones para el 2015. Y usted hace un gesto
negativo con la cabeza y recuerda: "Pero si vos atorrante sos el mismo
que vendiste todas las empresas del Estado, el que llevó la desocupación
al 25 por ciento en 1995, el padre del corralito, el que aumentó la
deuda externa en un 300 por ciento, ¿qué podés hablar vos ahora?" Y
Cavallo apoya a Mauricio Macri. Y Mauricio Macri ataca al gobierno por
la inflación. Entonces, no es difícil darse cuenta, Macri y Cavallo son
lo mismo. Lógica pura, ¿o no? Y usted recuerda lo que alguna vez oyó del
final del gobierno de Raúl Alfonsín: que fue Cavallo a los centros
financieros a aconsejarles que no le presten ayuda económica a la
Argentina, porque el próximo gobierno, el de Carlos Menem, iba a
responder con un modelo económico más acorde a las exigencias de esos
mismos círculos de poder, llámese Fondo Monetario Internacional,
gobierno de los Estados Unidos, o Consenso de Washington.
Es entonces cuando la cosa se pone peliaguda y usted comienza a
sospechar ¿Puede ser que los principales medios opositores como Clarín y
La Nación fogoneen el tema inflacionario para generar más inflación?
¿Es posible que Cavallo esté montado en ese esquema que intenta
debilitar en el plano internacional al gobierno nacional?
Usted es un argentino medio, de buena leche, digamos. Un laburante,
que a veces se manda alguna pillería tributaria nada más. Pero no es un
hombre de derecha ni mucho menos. Prefiere que las cosas anden bien y
todos seamos felices. Por eso le gusta leer todas las campanas. Llega a
su casa y prende la computadora un rato y entra a Tiempo Argentino o a
Página/12, ¿por qué no? Y lee a Mariano Beristain o a Néstor Restivo,
por ejemplo. Y le dicen que, en realidad, el gobierno está preocupado
por el tema, pero que no está dispuesto a frenar la economía, porque
hacerlo sería perjudicar a los sectores asalariados. Porque frenar la
economía y el consumo significa quitarle dinero del bolsillo a los
trabajadores o dejar sin trabajo a miles y miles de personas. "Ah, como
en los noventa", piensa usted. Y sí, como en los noventa, le digo yo.
Entonces, empieza a sospechar que el gobierno nacional no es el creador
del alza de precios sino su víctima, como usted, claro.
Pero usted empezó esta nota insultando al gobierno y está
preocupado porque el control de precios funcione. Pero Clarín y La
Nación, haciéndole creer que están de su lado, le informan que el
acuerdo de precios ya es un fracaso antes de salir a la calle y ya hay
desabastecimiento, aunque no te dicen ni dónde ni por qué. Claro,
tampoco le dicen que los acuerdos de precios funcionaron bastante bien
en la Argentina productiva de los años '40 al '70 ni tampoco le dicen
que en Francia, por ejemplo, siempre hay acuerdos de precios exitosos
con intervención del Estado. Entonces, usted ve por TN, suponga, que
alguno de la familia Moyano, justo justo se le ocurre hacer un paro con
bloqueo sobre supermercados mayoristas cuando empieza el acuerdo de
precios. Y minutos después lo escucha decir a Hugo Moyano que se va a
levantar el paro, porque Macri le da soluciones a los trabajadores. Y
empieza a atar cabos. Macri, Cavallo, Clarín, La Nación y Moyano están
entongados en algo. Pero no sabe todavía bien en qué.
Sin embargo hay un dato que leyó en una de las notas, no se acuerda
cual, que le llamó la atención: el 80 por ciento de los precios que
aumentan en el supermercado lo manejan 28 empresarios. ¿Cómo?
¿Veintiocho tipos son capaces de decir cuánto vale la manteca, las papas
fritas y la leche? Así parece. Y pero entonces, ¿por qué el gobierno no
los agarra de los pelos y los obliga a mantener los precios en línea?
Sencillo: porque son muy poderosos. Y porque las herramientas que tiene
el gobierno están demonizadas por los principales medios opositores. Sin
ir más lejos, usted odia a Guillermo Moreno y no tiene la más remota
idea de por qué. Porque es patotero el tipo, se responde rápido. Pero,
¿a quién patotea Moreno? ¿A usted o a la pandilla de los formadores de
precios? Le hago una pregunta, estimado lector: si el Estado tuviera
cientos de Morenos dispuestos a controlar la cadena de costos en cada
uno de los rubros de la economía, ¿no cree que usted estaría más
protegido contra la especulación de los empresarios y comerciantes?
Moreno está de su lado, aunque no pueda creerlo.
Usted hace un alto. ¿En qué especulan los empresarios y
comerciantes?, se pregunta. Sencillo: ellos quieren seguir ganando lo
mismo que el año pasado o más. Entonces, pueden hacer dos cosas: o
producir más y vender más, lo que implica un mínimo de inversión o
remarcar los precios directamente sin hacer ningún esfuerzo. "Y si el de
al lado aumenta por qué no voy a aumentar yo", dice el almacenero de su
barrio. Lo justifican diciendo que los “aumentos de salarios que pin
que pan". Pero si las paritarias aumentan un 25 por ciento y el salario
es una parte menor en la cadena de costos –representan entre el 5 y 50
por ciento de los costos, ya sea una gran empresa o una pequeña–, ¿por
qué los tipos aumentan un 25 o 30 por ciento los productos? ¿Quién se
queda con el porcentaje de ganancia restante? ¿el gobierno o los
empresarios? Sin embargo, usted empezó esta nota protestando contra el
gobierno ¿no? Pero el que se queda con su guita no es el gobierno
nacional ni el funcionario que se afana un jarrón, sino los empresarios y
los comerciantes. Pero ellos están invisibilizados. Sí, adivinó. Con
complicidad de los medios opositores macristas como Clarín y La Nación.
Usted niega con la cabeza, no puede ser todo tan conspirativo. No
es posible ¿Con qué objetivo e intención? Sencillo, hombre, sencillo:
quieren debilitar a un gobierno que les marca el paso a los empresarios,
que quiere controlar sus ganancias, que quiere disciplinarlos para
poder distribuir y redistribuir mejor la riqueza, las ganancias de una
sociedad. Sencillo: porque quieren poder meterle la mano a usted en los
bolsillos como lo hicieron durante los 25 años que fueron desde el 1976 a
2002. Porque quieren un gobierno débil como el de Raúl Alfonsín para
poder voltearlo cuando quieran. Y para eso necesitan que usted este año
se la pase insultando al gobierno y no lo vote. Porque un gobierno
fuerte, un Estado fuerte, no les conviene a los verdaderos dueños del
poder en la Argentina: los 28 formadores de precios, los diarios
opositores, los sojeros ni a sus empleados como José Manuel De la Sota,
Macri y sus viejos y nuevos aliados. Usted ya lo sabe, hombre, no
necesita que yo se lo explique.
Lo estarán esperando, sentados en una réplica de la cocina del querido sindicato de farmacia (en realidad ADEF) Jorge DiPasquale, Horacio Mujica, Pepe Azcurra, el Negro Carballeda, Vallejos, el Gordo Cooke, Ricardo Carpani, Cacho El Kadre, Eduardo Duhalde (el bueno), el Pelado Ortega Peña, el Negro Atilio, el Gringo Tosco, Germán Abdala, Sebastián Borro, Avelino Fernández, Carlos Paz y tantísimos otros para los que las puertas del sindicato siempre estuvieron abiertas con una sola condición: pertenecer al campo popular y estar dispuestos a luchar por la justicia social.
Mesa cálida, solidaria, plena de anécdotas que se iban jalonando como eslabones de una cadena que no era nada más ni nada menos, la representación de las luchas populares que, entre mates y - por qué no - vino, se desgranaban entre risas y nostalgia. Cuántas discusiones se habrán generado en esa cocina, cuántos planes de lucha e "informes de situación"! Cuántos sufrimientos ante la caída de perón en el 55, la fusiladora, la traición de Frondizi, la ilegitimidad de Illia, el fascismo oligárquico de Onganía, la eufórica esperanza del Tío y la vuelta de Perón, apagada por la desilusión y la llegada del más brutal golpe militar de nuestra historia contemporánea, el alfonsinismo claudicante, la traición entreguista de Menem, la Alianza timorata, la crisis casi terminal, todo pasó por esa mesa, de recuerdos y de acción, de risas y penas, de heroísmo y traiciones, de planificación e improvisación, de bajada de líneas consensuadas o furiosamente discutidas. La historia en una cocina. Cuando ya muchos se habían ido, Alfredo tuvo la suerte y el orgullo de presenciar la llegada de Néstor, con su irreverente antiprotocolo y su - más irreverente aún - idea de cambiar las estructuras de poder, enfrentar a las corporaciones del privilegio hasta su último suspiro. Pero su tarea no iba ser interrumpida, estaba Cristina, compañera de toda la vida, conduciendo y profundizando el proyecto nacional y popular. Ahora le tocó el turno al "gordo" Ferra, emprender el viaje para encontrarse con sus compañeros de lucha, sabiendo que tiene su silla reservada en esa réplica de la cocina del querido Sindicato de Farmacia. Seguramente se va contento, su querida Argentina está en buenas manos y el pueblo está feliz.-
El viernes 1 de marzo de 2013, en ocasión de inaugurar las
sesiones ordinarias del Congreso de la Nación la Presidenta Cristina
Fernandez de Kirchner anunció entre otros puntos, la reforma
judicial, o llamada democratización de la justicia.-
Asi uno de los proyectos que elevará para su tratamiento será,
el de modificar la elección de los miembros del consejo de la
Magistratura a través del voto popular.-
Sin aún haberse conocido el alcance del proyecto aludido, el
mismo ha generado, todo tipo de oposición desde los sectores de
poder afectados por la propuesta.-
La Asociacion de Magistrados se pronunció en contra, pero dable
es advertir que son los propios jueces los controlados y evaluados
por el Consejo de la Magistratura…Ellos mismos eligen sus
representantes para dicho organismo, con apenas unos cientos de
votos, frente a los votos de los representantes legisladores,
que acceden por el voto de millones de ciudadanos
Son los magistrados quienes están más interesados en conservar,
si se quiere, su coto cerrado, sin permitir el acceso del voto
popular que en muchos casos, es el que marca la sanción a las
conductas, mediante el denominado voto castigo
Los representantes de abogados, son elegidos por los propios
abogados, siendo que en las utltimas elecciones, un total de 6500
votantes definieron el representante de dicho estamento.- En las
elecciones mencionadas quedó el Dr Fargosi, como representante de
los abogados, con acusaciones cruzadas del resto de candidatos
abogados, respecto al uso del aparato político de la UCR, que logró
los votos necesarios para imponerlo ganador.-
En forma veloz, en los medios masivos de comunicación se
multiplicaron las columnas impresas y las voces contra el proyecto,
al minimo análisis de los voceros de la oposición, se advierte el
esforzado abroquelamiento en post de defender, un lugar de
privilegio, el Consejo de la Magistratura Nacion, controlado manejado
y elegido, entre pares que en relación a la sociedad representan
numéricamente a una infima minoría
Para entender la resistencia a este proyecto de voto popular de
miembros del Consejo de la Magistratura, solo basta reveer la función
de dicha institución, lease la de ejercer el control , propuesta de
magistrados, pedido de juicio, sanciones por mal desempeño , etc
Sin dudas el lector ya ha advertido porque no quieren abrir las
puertas del Consejo de la Magistratura, y es justamente porque no
quieren permitir “el control ciudadano”, porque no quieren
someterse a la voluntad ciudadana a través del voto, porque no
quieren poner en riesgo a la “familia judicial” y sus largos
brazos que aprisionan a una debilitada justicia.-
De
la década infame, fascista, fraudulenta y represiva pasamos a otra
de logros, dignificación y prosperidad. Luego vino otra de
conculcación de derechos, proscriptiva y fusiladora, seguida de
debilidad e ilegitimidad. Luego, otra vez el fascismo cursillista de
botas y represión ocupó gran parte de otra década que se abrió a
una etapa de esperanza; después el júbilo militante frustrado a los
tres años por la peor dictadura de nuestra historia, la más
asesina, torturadora y apropiadora de bebés. La que comienza a sumir
al país en el desastre económico y tiene su broche de oro en una
guerra comandada por un general borracho. Al caer la dictadura se
abre otra esperanza, titubeante y temerosa, que agrava la situación
económica, y claudica con el punto final, la obediencia debida y
culmina abandonando el gobierno. La continúa otra década, civil,
pero también infame, la de la entrega de los recursos estratégicos,
la ficción económica. la mentira farandulizada, la corrupción, la
traición al movimiento nacional, el infame indulto, la pobreza y la
enorme desocupación parealelos al hundimiento económico. La alianza
toma la posta, presidida por la incompetencia, la torpeza y el
neoliberalismo que siguió impertérrito y gobernando realmente el
país. La fuga en helicóptero y más de 30 muertos del pueblo, aún
impunes, marca el fin de este momento surrealista de nuestra historia
que se prolongó en una sucesión de presidentes irrepresentativos
que terminaron de llevar al país a la crisis económica más
profunda de nuestra existencia. Una sociedad anómica, a la deriva,
humillada y absolutamente desencantada concurre a las urnas. Volvía
a presentarse el traidor al peronismo. Frente a él, un pingüino de
saco cruzado desprendido y mocasines, casi un desconocido, que venía
desde el viento patagónico. Ya en el poder, desterró una a una, las
dudas de las grandes mayorías. Hizo que la desconfianza se
transformara en esperanza, que la política volviera a ser valorada
como la única manera de cambiar lo malo y crear nuevas formas de
gobierno. La preocupante indiferencia de la juventud en las décadas
anteriores se trocó en militancia bulliciosa de millones de pibes
que se sintieron protagonistas de una nueva historia. Pero Argentina
parece estar destinada a sufrir. Néstor se fue peleando como un
militante, dando su vida por su pueblo dejando su ejemplo y enormes
enseñanzas pero fundamentalmente a su compañera de toda la vida,
esta Cristina que uno no termina de admirar, dispuesta a seguir por
el camino de la inclusión social, la ocupación, el mercado interno
de consumo, la educación, la salud, y todos los logros de su gestión
que se asienta en los sectores mas vulnerables, pese a los contínuos
ataques de toda clase de buitres de afuera y los caranchos de adentro
que no quieren perder sus privilegios en un orden injusto. Partimos
de la década infame, recorrimos una tortuosa historia pero debemos
alegrarnos y asumir el compromiso de defender esta década que
estamos transitando: la década recuperada!!!
Pese a estar
acostumbrado a las actitudes negativas, obstruccionistas y
boicoteadoras de los legisladores de la oposición ante cualquier
iniciativa del gobierno, no dejó de llamarme la atención la
agresividad, la actitud descalificadora e incluso ofensiva de la
mayoría de ellos en el tratamiento del memorándum que abre la
posibilidad de reactivar la causa en que se investiga la voladura de
la AMIA y la Embajada de Israel, actualmente paralizada. Sin más,
estos personajes le atribuyen la responsabilidad a la República
Islámica de Irán. Insisto que pese a los antecedentes, me
sorprendió que aquellos que en 19 años, en el mejor delos casos, no
mostraron ningún interés en investigar a los responsables directos
e indirectos del atentado ni en el dolor de los familiares, se hayan
convertido en cruzados intolerantes ante una posibilidad, la única,
de llegar a la verdad. Tampoco se los vio escandalizados por la
corrupción, sobornos, mentiras y ocultamientos que caracterizó a
los primeros tiempos de la investigación, sobre todo de la conexión
argentina, durante el menemismo, en la que participaron, políticos,
jueces, fuerzas de seguridad y poderes extranacionales. También es
llamativa la posición de la DAIA y la AMIA ante la reciente
aprobación del memorándum que los lleva a pedir a la Corte Suprema
que declare la nulidad del acuerdo. Más sorprendente aún, el
improcedente "reto" de Israel, ofensivo y desubicado. Cuál
es la razón de semejante reacción? Sin ánimo de caer en
especulaciones conspirativas, de todas maneras, no puedo dejar de
tratar entender el o los motivos. y uno elabora hipótesis ante la
extrañeza que activa las dudas. Ante la posibilidad de la
indagatoria o interrogatorio o conversación con los acusados
iraníes, no podrían aparecer pistas que aclaren la actuación de la
conexión argentina en los atentados? Podría aparecer la
responsabilidad de otros países en estos crímenes que enlutaron a
toda la sociedad argentina con nuevos responsables? Ideas y
suposiciones que se disparan ante la sobractuación de políticos
opositores, medios de difusión y la presión de otros países...