martes, 16 de abril de 2013
martes, 19 de marzo de 2013
Francisco I
por Atilio Borón
Hoy el mundo ha cambiado mucho: el imperialismo ya no tiene, tal como lo reconocen sus propios intelectuales orgánicos, la gravitación del pasado. Los rivales son más numerosos y diversificados, yeconómicamente mucho más fuertes que lo que eran la URSS y los países de Europa Oriental. Sus aliados, además, son más débiles y vacilantes.
La Iglesia, a su vez, se ha visto debilitada por una interminable sucesión de escándalos y carece de la credibilidad que había ganado en los años de Juan XXIII.
Además, si se quisiera lanzar todo su peso para desestabilizar los procesos bolivarianos en Venezuela, Bolivia y Ecuador o las experiencias de transformación política en curso en otros países de la región la respuesta será muy diferente a la que hace más de treinta años se verificara en el Este europeo.
Aquí se trata de procesos que cuentan con un enorme apoyo popular que ni remotamente existía allá, y por consiguiente el proyecto de las derechas latinoamericanas –organizadas, orientadas y financiadas por el imperio- de reutilizar el ariete eclesiástico que tan buenos resultados le diera en Europa Oriental para acabar con los gobiernos progresistas y de izquierda en la región terminaría en un rotundo fracaso.
La “revolución de terciopelo” de Checoslovaquia nada tiene que ver con la revolución bolivariana de Venezuela, Evo Morales no es Lech Valesa, y Correa no es Ceacescu.
La “revolución de terciopelo” de Checoslovaquia nada tiene que ver con la revolución bolivariana de Venezuela, Evo Morales no es Lech Valesa, y Correa no es Ceacescu.
No sólo los procesos y la época histórica son distintos: los enormes problemas que enfrenta hoy la Iglesia(crisis financiera, delitos económicos del Banco Vaticano, alianzas con intereses mafiosos, pedofilia y sus juicios, el celibato sacerdotal, la incorporación de la mujer al sacerdocio y el postergado aggiornamiento reclamado por Juan XXIII ) difícilmente le permitirán a Francisco dedicarle demasiada atención a lo que ocurra en los países de Nuestra América.
Es un buen administrador y tendrá que poner la casa en orden. Es también un muy hábil político, y sabe quemuy pronto deberá convocar a un Concilio que permita destrabar viejas disputas que están corroyendo a la Iglesia y aislándola cada vez más del mundo real.
Hace exactamente quinientos años Nicolás Maquiavelo diagnosticaba en El Príncipe que para salvarse la Iglesia necesitaba una revolución.
Tal cosa no ocurrió. Cuatro años más tarde, en 1517, estallaba la Reforma Protestante de Martín Lutero, yla revolución quedó congelada. Ahora, la revolución es muchísimo más urgente y necesaria que antes. Si Francisco fracasa en este empeño la suerte de las dos veces milenaria institución se verá muy seriamente comprometida.
No hay que engañarse con las cifras manejadas por la prensa en estos días: de esos mil doscientos millones de católicos en todo el mundo los realmente practicantes son una ínfima minoría, que además se achica cada día.
Pretender socavar los procesos emancipatorios en curso en América Latina y el Caribe sería una pérdida de tiempo, el pasaporte para una segura derrota y un esfuerzo que desviaría al Papado de su desafío fundamental.
Tal vez por eso Leonardo Boff confía en que, pese a sus antecedentes, Francisco se abstendrá de seguir el curso que la derecha y el imperialismo le instan a seguir y elegirá en cambio el camino de la reforma. En pocos años la historia ofrecerá su veredicto.
lunes, 11 de marzo de 2013
El pésame de Obama por la muerte de Chávez
Resulta
realmente repudiable el cínico pésame de Barack Obama, ante la
muerte del Comandante Chávez. Debajo de un lavado saludo al pueblo
venezolano y a la familia, deslizó unas recomendaciones acerca de la
libertad, la democracia y el respeto a los derechos humanos en el
próximo gobierno. ¿Qué autoridad moral tiene el mismo Obama y la
historia de Estados Unidos para ser árbitro y consejero en estos
temas? La Libertad, quizás inspirados en la estatua, ha sido la gran
excusa para cometer las más grandes tropelías en los países más
débiles, para apoderarse de sus recursos naturales. Invasiones,
genocidios, cárceles clandestinas donde se tortura, cientos de bases
militares desparramadas y amenazantes por el mundo, la gran novedad
de los drones que matan a poblaciones indefensas jugando a la play
station; todo en nombre de la libertad y los derechos humanos.
También asesina a sus ex aliados, ahora devenidos en enemigos, según
el precio del barril de petróleo. El presidente no fue capaz de
desactivar Guantánano, promesa de campaña de su primer presidencia.
Un país que entrena comandos secretos con autonomía para actuar
donde quieran, ¿eso es libertad y respeto de los DDHH?
En cuanto
a democracia, un país que saca y pone presidentes, los secuestra y
también los mata, un país que en su propio territorio asesina
presidentes, encerrado entre dos partidos, diferentes en matices,
monitoreados por el Pentágono, la CIA y las grandes corporaciones.
Un país que tornó en pesadilla el "sueño americano" por
escandalosos negociados, plenos de corrupción, que hizo estallar las
burbujas en la cabeza de su pueblo y en el mundo. Un país con
cárceles repletas de negros y chicanos, como si el delito fuera una
cuestión racial.
En fin, tantas cosas se podrían agregar pero
creo que son más que suficientes las expuestas para descalificar la
autoridad moral de su presidente y de su historia.
Frente Kumpas Capital
miércoles, 6 de marzo de 2013
La inflación, un cuento sencillo
El rol de los medios, la reaparición de Cavallo y los argumentos que sólo buscan debilitar al gobierno.
Usted pasa por el bar de la esquina de su barrio. Se pide un café. Y
mira la pantalla de TN en silencio pero lee los zócalos con alguna
barbaridad que lo pone de mal humor. Y estira la mano hasta la mesa de
al lado para alcanzar algún diario ultraopositor y macrista como Clarín o
La Nación, en el que remarcan constantemente el aumento del dólar o de
los precios de los artículos diciendo que el gobierno miente con que no
hay inflación o directamente con que es la política del gobierno la que
genera la supuesta inflación. Y al costado lee una nota en la que el
vicepresidente Amado Boudou una vez se sentó en el mismo banco de plaza
que uno de los directores de la empresa Ciccone y eso parece prueba
suficiente para armar una tapa "Escándalo de corrupción" o lee
acusaciones sobre tal o cual funcionario que se afanó un jarrón que no
le correspondía. Entonces, como usted es un tipo inteligente y
deductivo, estalla: "La culpa es del gobierno", piensa, ata cabos.
Pero la cosa no es tan sencilla como parece. Usted es un tipo
inteligente y enseguida relaciona: "Cuando no hubo inflación, yo no
tenía trabajo." Entonces, esos cantos de sirena de los economistas
neoliberales que salen por la tele dando recetas económicas que a usted
lo dejaron en la lona ya no le empiezan a gustar tanto. Puede llamarlo
Melconian, si quiere, o Bonelli, el que aparece ahora por TN, el mismo
que apoyaba el corralito de Fernando de la Rúa, recuerda ahora. Y
entonces aparece Domingo Cavallo. Sí, sí, Domingo Cavallo hablando de la
crisis y de las posibles soluciones para el 2015. Y usted hace un gesto
negativo con la cabeza y recuerda: "Pero si vos atorrante sos el mismo
que vendiste todas las empresas del Estado, el que llevó la desocupación
al 25 por ciento en 1995, el padre del corralito, el que aumentó la
deuda externa en un 300 por ciento, ¿qué podés hablar vos ahora?" Y
Cavallo apoya a Mauricio Macri. Y Mauricio Macri ataca al gobierno por
la inflación. Entonces, no es difícil darse cuenta, Macri y Cavallo son
lo mismo. Lógica pura, ¿o no? Y usted recuerda lo que alguna vez oyó del
final del gobierno de Raúl Alfonsín: que fue Cavallo a los centros
financieros a aconsejarles que no le presten ayuda económica a la
Argentina, porque el próximo gobierno, el de Carlos Menem, iba a
responder con un modelo económico más acorde a las exigencias de esos
mismos círculos de poder, llámese Fondo Monetario Internacional,
gobierno de los Estados Unidos, o Consenso de Washington.
Es entonces cuando la cosa se pone peliaguda y usted comienza a
sospechar ¿Puede ser que los principales medios opositores como Clarín y
La Nación fogoneen el tema inflacionario para generar más inflación?
¿Es posible que Cavallo esté montado en ese esquema que intenta
debilitar en el plano internacional al gobierno nacional?
Usted es un argentino medio, de buena leche, digamos. Un laburante,
que a veces se manda alguna pillería tributaria nada más. Pero no es un
hombre de derecha ni mucho menos. Prefiere que las cosas anden bien y
todos seamos felices. Por eso le gusta leer todas las campanas. Llega a
su casa y prende la computadora un rato y entra a Tiempo Argentino o a
Página/12, ¿por qué no? Y lee a Mariano Beristain o a Néstor Restivo,
por ejemplo. Y le dicen que, en realidad, el gobierno está preocupado
por el tema, pero que no está dispuesto a frenar la economía, porque
hacerlo sería perjudicar a los sectores asalariados. Porque frenar la
economía y el consumo significa quitarle dinero del bolsillo a los
trabajadores o dejar sin trabajo a miles y miles de personas. "Ah, como
en los noventa", piensa usted. Y sí, como en los noventa, le digo yo.
Entonces, empieza a sospechar que el gobierno nacional no es el creador
del alza de precios sino su víctima, como usted, claro.
Pero usted empezó esta nota insultando al gobierno y está
preocupado porque el control de precios funcione. Pero Clarín y La
Nación, haciéndole creer que están de su lado, le informan que el
acuerdo de precios ya es un fracaso antes de salir a la calle y ya hay
desabastecimiento, aunque no te dicen ni dónde ni por qué. Claro,
tampoco le dicen que los acuerdos de precios funcionaron bastante bien
en la Argentina productiva de los años '40 al '70 ni tampoco le dicen
que en Francia, por ejemplo, siempre hay acuerdos de precios exitosos
con intervención del Estado. Entonces, usted ve por TN, suponga, que
alguno de la familia Moyano, justo justo se le ocurre hacer un paro con
bloqueo sobre supermercados mayoristas cuando empieza el acuerdo de
precios. Y minutos después lo escucha decir a Hugo Moyano que se va a
levantar el paro, porque Macri le da soluciones a los trabajadores. Y
empieza a atar cabos. Macri, Cavallo, Clarín, La Nación y Moyano están
entongados en algo. Pero no sabe todavía bien en qué.
Sin embargo hay un dato que leyó en una de las notas, no se acuerda
cual, que le llamó la atención: el 80 por ciento de los precios que
aumentan en el supermercado lo manejan 28 empresarios. ¿Cómo?
¿Veintiocho tipos son capaces de decir cuánto vale la manteca, las papas
fritas y la leche? Así parece. Y pero entonces, ¿por qué el gobierno no
los agarra de los pelos y los obliga a mantener los precios en línea?
Sencillo: porque son muy poderosos. Y porque las herramientas que tiene
el gobierno están demonizadas por los principales medios opositores. Sin
ir más lejos, usted odia a Guillermo Moreno y no tiene la más remota
idea de por qué. Porque es patotero el tipo, se responde rápido. Pero,
¿a quién patotea Moreno? ¿A usted o a la pandilla de los formadores de
precios? Le hago una pregunta, estimado lector: si el Estado tuviera
cientos de Morenos dispuestos a controlar la cadena de costos en cada
uno de los rubros de la economía, ¿no cree que usted estaría más
protegido contra la especulación de los empresarios y comerciantes?
Moreno está de su lado, aunque no pueda creerlo.
Usted hace un alto. ¿En qué especulan los empresarios y
comerciantes?, se pregunta. Sencillo: ellos quieren seguir ganando lo
mismo que el año pasado o más. Entonces, pueden hacer dos cosas: o
producir más y vender más, lo que implica un mínimo de inversión o
remarcar los precios directamente sin hacer ningún esfuerzo. "Y si el de
al lado aumenta por qué no voy a aumentar yo", dice el almacenero de su
barrio. Lo justifican diciendo que los “aumentos de salarios que pin
que pan". Pero si las paritarias aumentan un 25 por ciento y el salario
es una parte menor en la cadena de costos –representan entre el 5 y 50
por ciento de los costos, ya sea una gran empresa o una pequeña–, ¿por
qué los tipos aumentan un 25 o 30 por ciento los productos? ¿Quién se
queda con el porcentaje de ganancia restante? ¿el gobierno o los
empresarios? Sin embargo, usted empezó esta nota protestando contra el
gobierno ¿no? Pero el que se queda con su guita no es el gobierno
nacional ni el funcionario que se afana un jarrón, sino los empresarios y
los comerciantes. Pero ellos están invisibilizados. Sí, adivinó. Con
complicidad de los medios opositores macristas como Clarín y La Nación.
Usted niega con la cabeza, no puede ser todo tan conspirativo. No
es posible ¿Con qué objetivo e intención? Sencillo, hombre, sencillo:
quieren debilitar a un gobierno que les marca el paso a los empresarios,
que quiere controlar sus ganancias, que quiere disciplinarlos para
poder distribuir y redistribuir mejor la riqueza, las ganancias de una
sociedad. Sencillo: porque quieren poder meterle la mano a usted en los
bolsillos como lo hicieron durante los 25 años que fueron desde el 1976 a
2002. Porque quieren un gobierno débil como el de Raúl Alfonsín para
poder voltearlo cuando quieran. Y para eso necesitan que usted este año
se la pase insultando al gobierno y no lo vote. Porque un gobierno
fuerte, un Estado fuerte, no les conviene a los verdaderos dueños del
poder en la Argentina: los 28 formadores de precios, los diarios
opositores, los sojeros ni a sus empleados como José Manuel De la Sota,
Macri y sus viejos y nuevos aliados. Usted ya lo sabe, hombre, no
necesita que yo se lo explique.
martes, 5 de marzo de 2013
EL VIAJE DE UN MILITANTE REVOLUCIONARIO: ALFREDO FERRARESI
Lo estarán esperando, sentados en una réplica de la cocina del querido sindicato de farmacia (en realidad ADEF) Jorge DiPasquale, Horacio Mujica, Pepe Azcurra, el Negro Carballeda, Vallejos, el Gordo Cooke, Ricardo Carpani, Cacho El Kadre, Eduardo Duhalde (el bueno), el Pelado Ortega Peña, el Negro Atilio, el Gringo Tosco, Germán Abdala, Sebastián Borro, Avelino Fernández, Carlos Paz y tantísimos otros para los que las puertas del sindicato siempre estuvieron abiertas con una sola condición: pertenecer al campo popular y estar dispuestos a luchar por la justicia social.
Mesa cálida, solidaria, plena de anécdotas que se iban jalonando como eslabones de una cadena que no era nada más ni nada menos, la representación de las luchas populares que, entre mates y - por qué no - vino, se desgranaban entre risas y nostalgia. Cuántas discusiones se habrán generado en esa cocina, cuántos planes de lucha e "informes de situación"! Cuántos sufrimientos ante la caída de perón en el 55, la fusiladora, la traición de Frondizi, la ilegitimidad de Illia, el fascismo oligárquico de Onganía, la eufórica esperanza del Tío y la vuelta de Perón, apagada por la desilusión y la llegada del más brutal golpe militar de nuestra historia contemporánea, el alfonsinismo claudicante, la traición entreguista de Menem, la Alianza timorata, la crisis casi terminal, todo pasó por esa mesa, de recuerdos y de acción, de risas y penas, de heroísmo y traiciones, de planificación e improvisación, de bajada de líneas consensuadas o furiosamente discutidas. La historia en una cocina. Cuando ya muchos se habían ido, Alfredo tuvo la suerte y el orgullo de presenciar la llegada de Néstor, con su irreverente antiprotocolo y su - más irreverente aún - idea de cambiar las estructuras de poder, enfrentar a las corporaciones del privilegio hasta su último suspiro. Pero su tarea no iba ser interrumpida, estaba Cristina, compañera de toda la vida, conduciendo y profundizando el proyecto nacional y popular. Ahora le tocó el turno al "gordo" Ferra, emprender el viaje para encontrarse con sus compañeros de lucha, sabiendo que tiene su silla reservada en esa réplica de la cocina del querido Sindicato de Farmacia. Seguramente se va contento, su querida Argentina está en buenas manos y el pueblo está feliz.-
Frente Kumpas Capital
lunes, 4 de marzo de 2013
DIME A QUE TE OPONES Y TE DIRE A QUIEN REPRESENTAS
El viernes 1 de marzo de 2013, en ocasión de inaugurar las sesiones ordinarias del Congreso de la Nación la Presidenta Cristina Fernandez de Kirchner anunció entre otros puntos, la reforma judicial, o llamada democratización de la justicia.-
Asi uno de los proyectos que elevará para su tratamiento será, el de modificar la elección de los miembros del consejo de la Magistratura a través del voto popular.-
Sin aún haberse conocido el alcance del proyecto aludido, el mismo ha generado, todo tipo de oposición desde los sectores de poder afectados por la propuesta.-
La Asociacion de Magistrados se pronunció en contra, pero dable es advertir que son los propios jueces los controlados y evaluados por el Consejo de la Magistratura…Ellos mismos eligen sus representantes para dicho organismo, con apenas unos cientos de votos, frente a los votos de los representantes legisladores, que acceden por el voto de millones de ciudadanos
Son los magistrados quienes están más interesados en conservar, si se quiere, su coto cerrado, sin permitir el acceso del voto popular que en muchos casos, es el que marca la sanción a las conductas, mediante el denominado voto castigo
Los representantes de abogados, son elegidos por los propios abogados, siendo que en las utltimas elecciones, un total de 6500 votantes definieron el representante de dicho estamento.- En las elecciones mencionadas quedó el Dr Fargosi, como representante de los abogados, con acusaciones cruzadas del resto de candidatos abogados, respecto al uso del aparato político de la UCR, que logró los votos necesarios para imponerlo ganador.-
En forma veloz, en los medios masivos de comunicación se multiplicaron las columnas impresas y las voces contra el proyecto, al minimo análisis de los voceros de la oposición, se advierte el esforzado abroquelamiento en post de defender, un lugar de privilegio, el Consejo de la Magistratura Nacion, controlado manejado y elegido, entre pares que en relación a la sociedad representan numéricamente a una infima minoría
Para entender la resistencia a este proyecto de voto popular de miembros del Consejo de la Magistratura, solo basta reveer la función de dicha institución, lease la de ejercer el control , propuesta de magistrados, pedido de juicio, sanciones por mal desempeño , etc
Sin dudas el lector ya ha advertido porque no quieren abrir las puertas del Consejo de la Magistratura, y es justamente porque no quieren permitir “el control ciudadano”, porque no quieren someterse a la voluntad ciudadana a través del voto, porque no quieren poner en riesgo a la “familia judicial” y sus largos brazos que aprisionan a una debilitada justicia.-
DRA VALERIA CARRERAS
sábado, 2 de marzo de 2013
Por fin una década recuperada!
De la década infame, fascista, fraudulenta y represiva pasamos a otra de logros, dignificación y prosperidad. Luego vino otra de conculcación de derechos, proscriptiva y fusiladora, seguida de debilidad e ilegitimidad. Luego, otra vez el fascismo cursillista de botas y represión ocupó gran parte de otra década que se abrió a una etapa de esperanza; después el júbilo militante frustrado a los tres años por la peor dictadura de nuestra historia, la más asesina, torturadora y apropiadora de bebés. La que comienza a sumir al país en el desastre económico y tiene su broche de oro en una guerra comandada por un general borracho. Al caer la dictadura se abre otra esperanza, titubeante y temerosa, que agrava la situación económica, y claudica con el punto final, la obediencia debida y culmina abandonando el gobierno. La continúa otra década, civil, pero también infame, la de la entrega de los recursos estratégicos, la ficción económica. la mentira farandulizada, la corrupción, la traición al movimiento nacional, el infame indulto, la pobreza y la enorme desocupación parealelos al hundimiento económico. La alianza toma la posta, presidida por la incompetencia, la torpeza y el neoliberalismo que siguió impertérrito y gobernando realmente el país. La fuga en helicóptero y más de 30 muertos del pueblo, aún impunes, marca el fin de este momento surrealista de nuestra historia que se prolongó en una sucesión de presidentes irrepresentativos que terminaron de llevar al país a la crisis económica más profunda de nuestra existencia. Una sociedad anómica, a la deriva, humillada y absolutamente desencantada concurre a las urnas. Volvía a presentarse el traidor al peronismo. Frente a él, un pingüino de saco cruzado desprendido y mocasines, casi un desconocido, que venía desde el viento patagónico. Ya en el poder, desterró una a una, las dudas de las grandes mayorías. Hizo que la desconfianza se transformara en esperanza, que la política volviera a ser valorada como la única manera de cambiar lo malo y crear nuevas formas de gobierno. La preocupante indiferencia de la juventud en las décadas anteriores se trocó en militancia bulliciosa de millones de pibes que se sintieron protagonistas de una nueva historia. Pero Argentina parece estar destinada a sufrir. Néstor se fue peleando como un militante, dando su vida por su pueblo dejando su ejemplo y enormes enseñanzas pero fundamentalmente a su compañera de toda la vida, esta Cristina que uno no termina de admirar, dispuesta a seguir por el camino de la inclusión social, la ocupación, el mercado interno de consumo, la educación, la salud, y todos los logros de su gestión que se asienta en los sectores mas vulnerables, pese a los contínuos ataques de toda clase de buitres de afuera y los caranchos de adentro que no quieren perder sus privilegios en un orden injusto. Partimos de la década infame, recorrimos una tortuosa historia pero debemos alegrarnos y asumir el compromiso de defender esta década que estamos transitando: la década recuperada!!!
Frente Kumpas
Capital
Por qué una oposición tan cerrada al memorándum de acuerdo con Irán?
Pese a estar
acostumbrado a las actitudes negativas, obstruccionistas y
boicoteadoras de los legisladores de la oposición ante cualquier
iniciativa del gobierno, no dejó de llamarme la atención la
agresividad, la actitud descalificadora e incluso ofensiva de la
mayoría de ellos en el tratamiento del memorándum que abre la
posibilidad de reactivar la causa en que se investiga la voladura de
la AMIA y la Embajada de Israel, actualmente paralizada. Sin más,
estos personajes le atribuyen la responsabilidad a la República
Islámica de Irán. Insisto que pese a los antecedentes, me
sorprendió que aquellos que en 19 años, en el mejor delos casos, no
mostraron ningún interés en investigar a los responsables directos
e indirectos del atentado ni en el dolor de los familiares, se hayan
convertido en cruzados intolerantes ante una posibilidad, la única,
de llegar a la verdad. Tampoco se los vio escandalizados por la
corrupción, sobornos, mentiras y ocultamientos que caracterizó a
los primeros tiempos de la investigación, sobre todo de la conexión
argentina, durante el menemismo, en la que participaron, políticos,
jueces, fuerzas de seguridad y poderes extranacionales. También es
llamativa la posición de la DAIA y la AMIA ante la reciente
aprobación del memorándum que los lleva a pedir a la Corte Suprema
que declare la nulidad del acuerdo. Más sorprendente aún, el
improcedente "reto" de Israel, ofensivo y desubicado. Cuál
es la razón de semejante reacción? Sin ánimo de caer en
especulaciones conspirativas, de todas maneras, no puedo dejar de
tratar entender el o los motivos. y uno elabora hipótesis ante la
extrañeza que activa las dudas. Ante la posibilidad de la
indagatoria o interrogatorio o conversación con los acusados
iraníes, no podrían aparecer pistas que aclaren la actuación de la
conexión argentina en los atentados? Podría aparecer la
responsabilidad de otros países en estos crímenes que enlutaron a
toda la sociedad argentina con nuevos responsables? Ideas y
suposiciones que se disparan ante la sobractuación de políticos
opositores, medios de difusión y la presión de otros países...
Frente Kumpas
Capital
sábado, 23 de febrero de 2013
De cómo Latinoamérica se ha convertido en la única zona libre de gulags estadounidenses dedicados a torturar por todo el planeta
TomDispatch.com
Traducido
para Rebelión por Sinfo Fernández |
El
mapa nos revela la
historia. Para ilustrar un nuevo informe incriminatorio: “Globalizing
Torture: CIA Secret Detentions and Extraordinary Rendition”
[Globalizando la tortura: las detenciones secretas y las entregas
extraordinarias de la CIA], recientemente publicado
por el Open Society Institute, el Washington
Post introdujo
un gráfico asimismo incriminatorio, empapado en rojo, como si de
sangre se tratara, mostrando que en los años posteriores al 11-S, la
CIA convirtió el mundo entero en un archipiélago de gulags.
Retrocediendo
hasta los primeros años del siglo XX, en aquella época se utilizaba
un mapa parecido de tonos rojizos para indicar el alcance global del
Imperio Británico, donde, según decían, el sol no se ponía nunca.
Al parecer, entre el 11-S y el día en que George W. Bush dejó la
Casa Blanca, tampoco se puso el sol en las torturas patrocinadas por
la CIA.
Del
total de 190 países existentes en el planeta, una impactante cifra
de 54 participaron de diversas formas en ese sistema estadounidense
de tortura cobijada en las prisiones o “sitios
negros”
de la CIA, permitiendo que su espacio aéreo y sus aeropuertos se
utilizaran para vuelos secretos, proporcionando inteligencia,
secuestrando a nacionales de otros países o a sus propios ciudadanos
y entregándoselos a
agentes de EEUU para que a su vez se los “entregaran” a terceros
países, como por ejemplo Egipto y Siria. La marca de esa red,
escribe Open Society, ha sido la tortura.
Su informe documenta los nombres de 136 personas devastadas en lo que
se dice es una operación en curso, aunque sus autores dejan claro
que la cifra total, implícitamente mucho más alta, “seguirá
siendo desconocida” debido al “extraordinario nivel de secretismo
del gobierno en relación con las detenciones secretas y las entregas
extraordinarias”.
Ninguna
región se libra de la mancha. Ni Estados Unidos, sede del mando
central global del gulag, ni Europa, ni Oriente Medio, ni África, ni
Asia. Ni siquiera la socialdemócrata Escandinavia. Suecia se encargó
de facturar al menos a dos personas en dirección a la CIA, que
fueron después entregadas a Egipto, donde se las sometió a
electroshock, entre otras torturas. Es decir, ninguna región se
salva, excepto Latinoamérica.
Lo
que resulta más sorprendente en el mapa del Post es
que ninguna porción de ese horror de color vino oscuro tiña a
Latinoamérica; es decir, ninguno de sus países, de lo que solía
llamarse “patio trasero” de Washington, participó en entregas ni
dirigió ni apoyó la tortura y abusos a los “sospechosos de
terrorismo” de Washington. Ni siquiera Colombia, que durante las
últimas dos décadas se aproximó bastante a la noción de cercanos
estados clientelistas de EEUU que existían en la zona. Es verdad que
una manchita roja debería aparecer sobre Cuba, pero eso sólo
serviría para poner de relieve que Teddy Roosevelt se apoderó “a
perpetuidad” en 1903 de la bahía de Guantánamo para instalar allí
una base de Estados Unidos.
Dos,
tres, muchas CIAs
¿Cómo
es que Latinoamérica se ha convertido en el territorio
libre de
este nuevo mundo distópico de sitios negros y vuelos a medianoche,
en el Sión de esta matrix militarista
(como dirían los fans de las películas de los Wachowskis)? Después
de todo, fue en Latinoamérica donde una anterior generación de
contrainsurgentes estadounidenses y locales apoyados por los primeros
puso en marcha un prototipo de la Guerra Global contra el Terror de
Washington del siglo XXI.
Incluso
antes de la Revolución Cubana de 1959, antes de que el Che Guevara
instara a los revolucionarios a crear “dos, tres, muchos Vietnams”,
Washington estaba ya dispuesto a establecer dos, tres, muchas
agencias de inteligencia centralizadas en Latinoamérica. Como
Michael McClintock muestra en
su indispensable libro “Instruments of Statecratf”, de finales de
1954, unos cuantos meses después del infame golpe de la CIA en
Guatemala que derrocó a un gobierno democráticamente elegido, el
Consejo Nacional de Seguridad recomendó por vez primera reforzar
“las fuerzas internas de seguridad de los países amigos”.
En
la región, esto significó tres cosas. Primera: que agentes de la
CIA y otros funcionarios estadounidenses se pusieran a trabajar en la
“profesionalización” de las fuerzas de seguridad de diversos
países a nivel individual, como Guatemala, Colombia y Uruguay; es
decir, se trataba de convertir los brutales aunque a menudo torpes y
corruptos aparatos locales de inteligencia en eficientes y
“centralizadas” aunque brutales agencias capaces de recoger
información, analizarla y almacenarla. Y más importante aún, se
encargaban de coordinar las diferentes ramas de las fuerzas de
seguridad de cada país –policía, ejército y escuadrones
paramilitares- para que actuaran a partir de esa información, a
menudo de formal letal y siempre despiadadamente.
Segunda:
EEUU amplió enormemente el mandato de estas agencias mucho más
eficientes y eficaces, dejando claro que en su cartera se incluía no
sólo la defensa nacional sino el crimen internacional. Tenían que
ser la vanguardia de la guerra global por la “libertad” y el
reino del terror anticomunista en el hemisferio.
Tercera:
nuestros hombres en Montevideo, Santiago, Buenos Aires, Asunción, La
Paz, Lima, Quito, San Salvador, la ciudad de Guatemala y Managua
tenían que ayudar a sincronizar los trabajos de las fuerzas de
seguridad de las diferentes naciones.
El
resultado fue el terror de Estado a escala casi continental. En los
años setenta y ochenta del siglo XX, la Operación
Cóndor del
dictador chileno Augusto Pinochet, que reunió a los servicios de
inteligencia de Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay y Chile, fue el
más infame de los consorcios del terror trasnacionales de
Latinoamérica, llegando a perpetrar masacres hasta en Washington
DC, París y Roma.
EEUU había ya ayudado con anterioridad a poner
en marcha operaciones
parecidas en otros lugares del hemisferio Sur, especialmente en
Centroamérica durante los años sesenta.
Cuando
la Unión Soviética se desmoronó en 1991, cientos de miles de
latinoamericanos habían sido torturados, asesinados, estaban
desaparecidos o encarcelados sin juicio, gracias sobre todo a las
habilidades y apoyos organizativos proporcionados por EEUU. En
aquellos momentos, Latinoamérica era el gulag y
patio trasero de Washington. Tres de los actuales presidentes de la
región –José Mujica, de Uruguay; Dilma Roussef, de Brasil; y
Daniel Ortega, de Nicaragua- fueron víctimas de ese reino del
terror.
Cuando
terminó la Guerra Fría, los grupos por los derechos humanos
empezaron la hercúlea tarea de desmantelar la red, profundamente
empotrada y de amplitud continental, de operativos de inteligencia,
prisiones secretas y técnicas de tortura, sacando de los gobiernos a
los ejércitos de toda la región y devolviéndolos a sus cuarteles.
En los años de la década de 1990, Washington no sólo no se
interpuso en este proceso, sino que en realidad echó una mano en la
despolitización de las fuerzas armadas de América Latina. Muchos
creían que con la Unión Soviética fuera de juego, Washington
podría proyectar ahora su poder en su propio “patio trasero” a
través de medios más suaves como acuerdos comerciales
internacionales y otras formas de apalancamiento económico. Pero
entonces se produjo el 11-S.
¡Cielo
Santo!
A
finales de noviembre de 2002, precisamente cuando en el resto del
mundo iba tomando forma el guión de losprogramas
de detenciones secretas y entregas extraordinarias de
la CIA, el Secretario de Defensa Donald Rumsfeld voló 8.000
kilómetros hasta Santiago, en Chile, para asistir a una reunión
hemisférica de ministros de defensa. “Ni que decir tiene”,dijo no
obstante Rumsfeld, “que no habría hecho toda esta distancia si no
pensara que la reunión era extremadamente importante”. En efecto,
lo era.
Esto
tuvo lugar tras la invasión de Afganistán pero antes de la invasión
de Iraq y Rumsfeld volaba alto, dejando caer también la frase “11
de septiembre” cada vez que tenía ocasión. Quizá desconocía el
significado especial que la fecha tenía en Latinoamérica, pero 29
años antes, en el primer 11-S, un golpe del General Pinochet y su
ejército, con el apoyo de la CIA, acabó con la vida del presidente
de Chile Salvador Allende, un presidente elegido democráticamente.
¿O acaso sabía en realidad lo que significaba? ¿Qué objetivo
perseguía? Después de todo, una nueva lucha global por la libertad,
una proclamada Guerra Global contra el Terror, estaba ya en marcha y
Rumsfeld había llegado para alistar reclutas.
Allí,
en Santiago, en la ciudad a partir de la cual Pinochet había llevado
a cabo la Operación Cóndor, Rumsfeld y otros funcionarios del
Pentágono intentaron vender lo que ahora denominaban “integración”
de “diversas habilidades especializadas a fin de conseguir
capacidades regionales más amplias”, una forma insípida de
describir el secuestro, la tortura y asesinato que ya habían puesto
en marcha en otros lugares. “Los acontecimientos por todo el mundo
antes y después del 11-S nos han hecho ver las
ventajas”, decía Rumsfeld,
“de que las naciones trabajen juntas para enfrentar la amenaza
terrorista”.
“¡Cielo
Santo!”, dijo Rumsfeld
a un periodista chileno, “el tipo de amenazas a que nos enfrentamos
es global”. Latinoamérica estaba en paz, admitió, pero tenía que
hacer una advertencia a sus dirigentes: no deberían dormirse y creer
que el continente estaba a salvo de los nubarrones que se
concentraban por doquier. Los peligros existen:
“antiguas amenazas, como las drogas, el crimen organizado, el
tráfico ilegal de armas, la toma de rehenes, la piratería y el
blanqueo de dinero; nuevas amenazas, como el delito informático; y
otras amenazas, que desconocemos y que pueden aparecer sin previo
aviso”.
“Esas
nuevas amenazas”, añadió de forma inquietante, “deben
contrarrestarse con nuevas capacidades”. Gracias al informe de Open
Society, podemos captar muy bien qué quería decir exactamente
Rumsfeld con lo de las “nuevas capacidades”.
Por
ejemplo, pocas semanas antes de la llegada de Rumsfeld a Santiago,
EEUU se puso en marcha partir de la información falsa proporcionada
por la Real Policía Montada del Canadá y detuvo a Maher Arar, que
ostenta doble ciudadanía, siria y canadiense, en el aeropuerto John
F. Kennedy de Nueva York y después se lo entregó a una “Unidad
Especial de Traslado”. Primero le hicieron volar a Jordania, donde
le estuvieron golpeando, después a Siria, un país con una zona
horaria cinco horas por delante de Chile, donde lo transfirieron a
los torturadores locales. El 18 de noviembre, cuando Rumsfeld estaba
dando su discurso en Santiago, daban las cinco de la tarde en la
celda “estilo tumba” de una prisión siria donde iba pasar el
siguiente año sometido a torturas.
Ghairat
Baheer fue capturado en Pakistán unas tres semanas antes del viaje a
Chile de Rumsfeld, para arrojarle a una prisión controlada por la
CIA en Afganistán llamada Salt Pit [Hoyo Salado]. Mientras el
secretario de defensa alababa el retorno de Latinoamérica al imperio
de la ley tras los oscuros días de la Guerra Fría, pudiera ser que
Baheer estuviera siendo sometido a una de sus sesiones de tortura
“colgado desnudo durante horas y horas”.
Un
mes antes de la visita de Rumsfeld a Santiago, el nacional saudí Abd
al Rahim al Nashiri fue transportado a Salt Pit, después de haber
pasado “por otro sitio negro en Bangkok, Tailandia, donde fue
sometido a simulacros de ahogamiento”. Después le hicieron pasar
por Polonia, Marruecos, Guantánamo, Rumanía y de vuelta a
Guantánamo, donde permanece ahora. Durante el camino, los
interrogadores estadounidenses le sometieron a un “simulacro de
ejecución con una taladradora mientras le mantenían desnudo y
encapuchado”; también le atormentaron “pegando a su cabeza un
revólver semiautomático mientras le mantenían sentado y con
grilletes delante de ellos”. Sus interrogadores “le amenazaron
también con traer a su madre y abusar sexualmente de ella frente a
él”.
De
forma similar, un mes antes de la reunión de Santiago, trasladaban
en un vuelo al yemení Bashi Nasir Ali Al Marwalah al Campo Rayos-X
en Cuba, donde permanece hasta el momento.
Menos
de dos semanas después de que Rumsfeld jurara que EEUU y
Latinoamérica compartían “valores comunes”, elMullah afgano
Habibullah murió “tras los graves malos tratos” a que le
sometieron bajo custodia de la CIA en algún lugar denominado “Punto
de Recogida de Bagram”. Una investigación militar estadounidense
“concluyó que la utilización de posiciones de estrés y privación
de sueño, combinada con otros malos tratos… causaron, o
contribuyeron de forma directa, a su muerte”.
Dos
días después del discurso del secretario de defensa en Santiago, el
agente encargado del caso en Salt Pit había desnudado a Gul Rahma y
le había dejado encadenado al suelo de hormigón sin mantas. Rahma
murió congelado.
Y
el informe de Open Society continúa… con más y más casos
parecidos.
Territorio
Libre
Rumsfeld
abandonó Santiago sin haber conseguido compromisos firmes. Algunos
de los ejércitos de la región se vieron tentados por las supuestas
oportunidades ofrecidas por la visión del Secretario de fusionar la
lucha contra el crimen con una campaña ideológica contra el Islam
radical, una guerra unificada en la que todo quedaba subordinado al
mando estadounidense. Como ha señalado el
politólogo Brian Loveman, más o menos en el momento de la visita de
Rumsfeld a Santiago, la cúpula del ejército argentino recogía la
última serie de planteamientos de Washington, insistiendo en que
“había que tratar la defensa de forma integral”, sin falsas
divisiones que separasen la seguridad interna de la externa.
Pero
la historia no se puso del lado de Rumsfeld. Su viaje a Santiago
coincidió con el épico torbellino financiero de Argentina, de los
peores que se recuerdan de la historia. Supuso el enorme colapso del
modelo económico –considerado como reaganismo a lo bestia- que
Washington había estado promoviendo en Latinoamérica desde los
últimos años de la Guerra Fría. Pronto llegaría al poder en gran
parte del continente una nueva generación de izquierdistas
comprometidos con la idea de la soberanía nacional y de limitar la
influencia de Washington en la región, con una visión muy distinta
a la de sus predecesores.
Hugo
Chávez era ya el presidente de Venezuela. Tan sólo un mes antes del
viaje de Rumsfeld a Santiago, Luiz Inácio Lula da Silva ganó la
presidencia de Brasil. Pocos meses después, a principios de 2003, en
Argentina elegían a Néstor Kirchner, quien poco después puso fin a
los ejercicios militares conjuntos de su país con EEUU. En los años
siguientes, EEUU fue experimentando un revés tras otro. Por ejemplo,
en 2008, Ecuador desalojó al
ejército estadounidense de la Base Aérea de Manta.
En
ese mismo período, la administración Bush corría a invadir Iraq,
un acto al que se oponían la mayor parte de los países
latinoamericanos y que ayudó a liquidar lo que quedaba de
benevolencia estadounidense hacia la región tras el 11-S. Iraq
pareció confirmar las peores sospechas de los nuevos dirigentes del
continente: que lo que Rumsfeld estaba intentando vender como fuerza
internacional “de pacificación” era poco más que el intento de
utilizar a los soldados latinoamericanos como gurkas en
una unilateral y renovada guerra imperial.
La
“cortina de humo” de Brasil
Los
cables diplomáticos publicados por WikiLeaks muestran el nivel de
rechazo de Brasil ante los esfuerzos de Washington para pintar la
región de rojo en su nuevo mapa global de gulags.
Por
ejemplo, un cable
de mayo de 2005 del
Departamento de Estado revela que el gobierno de Lula rechazó
“múltiples peticiones” de Washington para que admitiera a los
prisioneros liberados de Guantánamo, especialmente un grupo de unos
quince uigures que EEUU retenía desde 2002 y que no podía enviar de
vuelta a China.
“La
posición de Brasil respecto a este tema no ha cambiado desde 2003 y
no es probable que cambie en el predecible futuro”, decía el
cable. Seguía diciendo que el gobierno de Lula consideraba todo el
sistema que Washington había levantado en Guantánamo (y por todo el
mundo) como una burla del derecho internacional. “Todos los
intentos de discutir esta cuestión con las autoridades brasileñas”,
concluía el cable, “fueron rotundamente rechazadas o aceptadas de
mala gana”.
Además,
Brasil se negó a cooperar con los esfuerzos de la administración
Bush para crear una versión del Acta
Patrióticaen
el Hemisferio Occidental. Por ejemplo, se negaron a
revisar su código legal de forma que se rebajaran los niveles de
pruebas necesarias para demostrar una conspiración, a la vez que
trataban de ampliar la definición de lo que una conspiración
criminal suponía.
Lula
estuvo mareando la perdiz durante años, pero parece que el
Departamento de Estado no se daba cuenta de lo que estaba haciendo
hasta abril de 2008, cuando uno de sus diplomáticos escribió un
memorando tildando de “cortina de humo” el supuesto interés de
Brasil en reformar su código legal para ajustarse a los deseos de
Washington. El gobierno brasileño, se quejaba en
otro de los cables revelados por WikiLeaks, tenía miedo de que una
definición más amplia de terrorismo pudiera utilizarse para ir
contra los “integrantes de lo que consideran legítimos movimientos
sociales en lucha por una sociedad más justa”. Al parecer, no era
posible “redactar una legislación antiterrorista que excluyera las
acciones” de la base social de izquierdas de Lula.
Un
diplomático estadounidense se lamentaba de
que esta “mentalidad” –es decir, una mentalidad que respetaba
realmente las libertades civiles- “supone serios desafíos a
nuestros esfuerzos para reforzar la cooperación en contraterrorismo
o promover la aprobación de legislación antiterrorista”. Además,
al gobierno brasileño le preocupaba que la legislación fuera a
utilizarse contra los árabes-brasileños, de los que hay muchos en
el país. Uno puede imaginar que si Brasil y el resto de
Latinoamérica se hubieran apuntado para participar en el programa de
entregas extraordinarias de Washington, la Open Society habría
tenido que añadir a su lista muchos más nombres de resonancias
árabes.
Finalmente,
cable tras cable, WikiLeaks reveló que Brasil ninguneaba los
esfuerzos de Washington para aislar a Hugo Chávez de Venezuela, lo
que habría sido un paso necesario si EEUU hubiera arrastrado a
Sudamérica hacia su panda contraterrorista.
Por
ejemplo, en febrero de 2008, el embajador de EEUU ante Brasil
Clifford Sobell se reunión con el Ministro de Defensa de Lula,
Nelson Jobim, para quejarse de Chávez. Jobim le dijo a Sobell que
Brasil compartía “su preocupación ante la posibilidad de que
Venezuela exportara inestabilidad”, Jobim le indicó, en cambio,
que su gobierno “apoya la creación de un ‘Consejo de Defensa de
Sudamérica’ para integrar a Chávez en la corriente mayoritaria”.
Hay
sólo un truco ahí: ¡que el Consejo de Defensa de Sudamérica había
sido idea de Chávez! Era parte de sus esfuerzos, en asociación con
Lula, para crear instituciones independientes paralelas a las que
Washington controlaba. El memorando concluía con el embajador
estadounidense señalando lo curioso que era que Brasil utilizara la
“idea de Chávez para cooperar en defensa” como parte de una
“supuesta estrategia de contención de Chávez”.
Poniéndole
la zancadilla a la maquinaria perfecta de la guerra perpetua
Incapaz
de poner en marcha su estrategia contraterrorista post-11/S en toda
Latinoamérica, la administración Bush tuvo que retroceder.
A cambio, intentó construir una “maquinaria perfecta de guerra
perpetua” en un corredor que iba desde Colombia a través de
Centroamérica hasta México. El proceso de militarización en esa
región más limitada, a menudo con el pretexto de combatir “las
drogas”, ha ido en todo caso incrementándose durante los años de
Obama. Centroamérica ha sido, de hecho, el único lugar donde el
SOUTHCOM –el mando del Pentágono que cubre Centroamérica y
Sudamérica- puede actuar más o menos a voluntad. Una mirada a ese
otro mapa,
reunido por el Fellowship of Reconciliation, hace que la región
parezca una inmensa pista de aterrizaje de aviones no tripulados y
vuelos para contener el narcotráfico.
Washington sigue presionando
y sondeando más hacia el sur, intentando establecer de nuevo un
bastión militar más fuerte en la región y tendiendo el lazo en lo
que ahora es una cruzada menos ideológica y más tecnocrática pero
que sigue teniendo aspiraciones globales. Por ejemplo, a los
estrategas militares estadounidenses les gustaría
muchísimo tener
una pista de aterrizaje en la Guyana francesa o en la parte de Brasil
que sobresale por el Atlántico. El Pentágono la utilizaría como
trampolín para su cada vez mayor
presencia en
África, para coordinar el trabajo del SOUTHCOM con el último mando
global, el AFRICOM.
Pero,
por ahora, Sudamérica le ha puesto la zancadilla a la maquinaria.
Volviendo a lo del mapa del Washington
Post,
merece la pena celebrar el simple hecho de que en una parte del
mundo, en este siglo al menos, el sol no se levanta nunca sobre la
tortura coreografiada por Estados Unidos.
Greg
Grandin es un colaborador habitual de TomDispatch y
autor de “Fordlandia:
The Rise and Fall of Henry Ford’s Lost Jungle City”,
finalista del Premio Pulitzer. Próximamente
publicará “Empire of Necessity: Slavery, Freedom and Deception in
the New World”, en Metropolitan Books.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)