miércoles, 13 de febrero de 2013

Traidores y golpistas

En todo proceso de cambio que pretende modificar estructuras que fueron dominantes y excluyentes en toda nuestra historia, modificar la relación de fuerzas y darle acceso al pueblo a las instancias del poder para decidir su propio destino, es posible la infiltración de sujetos que intenten traicionar las aspiraciones del pueblo. La historia nos demuestra que es difícil evitarlo en una primera instancia. Pero la dinámica del propio proceso los desnuda y su poder de daño se minimiza. Ahora bien, para llegar a esa calificación de traidor hay que ser muy cuidadosos. No es traidor quien puede disentir eventual y puntualmente, tener interpretaciones distintas en el análisis y la ejecución de determinadas situaciones, en la medida que no afecte lo central del proyecto. Al contrario, creo que hay que estimular el debate político e ideológico como fuente de crecimiento y enriquecimiento del proyecto. El traidor apunta al corazón del desarrollo político, contradice con hechos la dirección del movimiento popular y su conducción y debe ser indefectiblemente neutralizado. Digo esto porque a veces se exagera dentro de nuestras propias filas y se califica así a compañeros que no lo son, aunque existan diferencias. Corremos el riesgo de encontramos recorriendo el mismo camino y potenciando a los verdaderos golpistas que tienen, como una de sus tácticas, descalificar compañeros con operaciones con gran presencia mediática con la pretensión de resquebrajar nustro frente interno. Por eso, seamos cuidadosos, estemos muy atentos con los taidores de adentro y los golpistas de afuera!

Frente Kumpas Capital

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