sábado, 29 de diciembre de 2012

Justicia y poder

Más allá de los antecedentes de probidad que, eventualmente, pudieran tener los distintos representantes de la justicia, es evidente que hay una articulación con las estructuras del poder real, las corporaciones y el poder político del statu quo. Como consecuencia siempre existirá una férrea resistencia ante cualquier cambio del "orden" preestablecido, sobre todo, si éste modifica las relaciones de privilegios de una verdadera casta que tuvo el control de todo el país y de sus habitantes.

La corrupción articulada es su forma de operación. ¿Estamos ante una situación inmodificable? Claro que no, pero evidentemente hay que modificar las reglas con que se van a jugar los próximos acontecimientos. Para avanzar y profundizarse, el proyecto nacional y popular debe romper esas barreras históricas que han puesto un cepo al desarrollo y necesidades de un pueblo.

¿Cuáles son las herramientas? Creo que la fundamental es la participación y movilización popular permanente, acompañando a la conducción estratégica de Cristina, para desarticular las relaciones espúreas y corruptas entre jueces, empresarios, funcionarios, políticos y religiosos. La necesidad de la reforma judicial es imperiosa para lograr una justicia independiente en sí misma, o que al menos actúe como tal en función de que todas las miradas están puestas en ella.

Y si de reforma judicial hablamos, viene a la mente la reforma de la constitución: con viejas herramientas no se pueden fabricar cosas nuevas.

Frente Kumpas Capital.

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